Mujeres y salud: el sistema biomédico y su relación con el género

La cátedra fue dirigida por la Antropóloga Manuela Cisternas, en marco del diplomado Semipresencial “Teorías de Género, Desarrollo y Políticas Públicas”.

 

El  sábado 29 de abril, se realizó otra jornada del diplomado de postítulo, que en su décima versión, ha aumentado en un cien por ciento la matrícula. Este año 26 mujeres participan en la modalidad semipresencial, asistiendo a clases cada cinco semanas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. La clase de Manuela Cisternas, Magíster en Estudios de Género, abordó la relación de mujeres y salud desde una visión histórica y en base a las teorías de la antropología de la salud.

La académica e Investigadora del Equipo del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (CIEG), realizó un análisis sobre el sistema biomédico y su relación con el género. “Hoy día la intención era hacer un recorrido histórico y conceptual sobre la relación entre mujeres y salud, por el hecho de que la mujer históricamente ha sido construida, a partir del siglo XVIII y de la modernidad, como un cuerpo que está enfermo, que requiere intervenciones médicas. Esto porque el cuerpo de la mujer, es un cuerpo reproductivo y por otro lado por las concepciones ideológicas en que es considerada como sexo débil”. Señala.

Manuela Cisternas durante su trayectoria, se ha dedicado ampliamente a los estudios de género, enfocándose en las masculinidades pero también en la sexualidad femenina desde la perspectiva de género. Durante la clase que preparó, se encontraba un amplio recorrido de la historia de las mujeres, desde quienes fueron llevadas a la hoguera por su sexualidad o conocimiento, hasta los esfuerzos de las primeras mujeres en estudiar medicina en Chile. Determinando que las mujeres han sido despojadas históricamente de los saberes terapéuticos femeninos y han sido concebidas culturalmente como pacientes.

“Las mujeres siempre van a estar conectadas por la salud, ya sea como enfermas, pacientes o como habilitadoras de esa salud. Parte de la clase, tenía que ver en como la mujer trabaja dentro del sistema de salud, con trabajo no remunerado de cuidados o con su fuerza de trabajo remunerado pero dentro de áreas feminizadas dentro del sistema de salud. Esa relación entre las mujeres y el sistema de salud biomédico, es bastante importante y interesante para poder hacer una crítica a las visiones de cuerpo, de enfermedad y entender los distintos desafíos que hay para las mujeres hoy día, ya sea en términos de su bienestar corporal, mental y social“. Puntualiza la docente.

La clase finalizó realizando un análisis de la mujer en su posición actual, cómo el trabajo no remunerado influye en el uso del tiempo libre de las mujeres y que pocas veces es valorizado socialmente. Además de solicitar un ejercicio a las asistentes a la cátedra, sobre como ha operado el sistema de salud a lo largo de su vida, permitiéndoles realizar un trabajo escrito o mediante un dibujo de sus cuerpos señalando las relaciones con éste. La importancia de esta actividad es que el diplomado más que tener un fin profesional, las clases involucran una introspectiva como mujeres y un crecimiento personal.

Para Verónica León, profesora de matemáticas “las clases me han sorprendido porque dan una visión amplia e histórica. Me tiene ocupada leyendo muchísimo y de aquí a la finalización creo que uno no es la misma persona que ingresó. Por otro lado me da alegría y orgullo que desde que se presentaron las compañeras, había un grupo digno de admirar, todas son mujeres super inteligentes, críticas, profesionales, he aprendido mucho y han sido un complemento. Eso es lo que más me gusta, las clases aportaran teoría, pero las compañeras aportan el análisis y un montón de visiones que para mi eran nulas”.

Por último la alumna señala “En realidad uno tiene una opinión super ínfima de la teoría de género, para mi fue interesante porque me desarrollo trabajando con estudiantes adolescentes, que pese a la modernidad, ellos tienen una visión sesgada de género, del trato o de la condición de mujer y de hombre, me parece que si estamos educando, si queremos un cambio, también debemos ser cuidadosos del lenguaje, de las actitudes y de todo aquello que conlleva el quehacer educacional, por eso el diplomado ha sido un gran aporte”.

 

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