“Violencia sexual institucional: mujeres en dictadura y política de reparación”

La académica Svenska Arensburg, realizó una clase sobre el lugar del testimonio de las mujeres en dictadura, respecto a la violencia sexual institucional y sus políticas reparatorias, como parte del Diplomado Género y Violencia

 

El martes 11 de julio se llevó a cabo una nueva cátedra del Diplomado Género y Violencia, en el Campus Juan Gómez Milla de la Universidad de Chile. En esta ocasión Svenska Arensburg, Psicóloga de la Universidad Diego Portales y Dra. en Psicología Social por la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Abordó desde una perspectiva feminista, la relación entre género y derechos humanos, analizando la violencia sexual: una expresión de la violencia de género.

En la jornada se mostraron datos sobre los atentados sexuales, en que se muestra una clara direccionalidad hacia las mujeres. Un 79% de los casos van dirigidos a ellas y el 81% de ellos a menores de 19 años (CANVAS). Además la profesora mostró uno de los momentos más crudos en la historia de Chile, la dictadura militar y la tortura dirigida especialmente hacia las mujeres, entendiendo ésta como un castigo realizado por el acto de información, mientras que el abuso sexual puede ser independiente, por ejemplo un guardia que vigila a una detenida y la abusa sexualmente.

Para la  Corporación Humanas (2004) la violencia sexual se entiende como tortura bajo el contexto político y conceptual chileno. En Argentina, el crimen sexual se relaciona con el concepto de terrorismo de estado. Autoras como Carole Sheffield hablarán de terrorismo sexual, cuando la violencia sexual se utiliza como arma de guerra. La profesora a cargo, expuso que desde la regulación jurídica en Chile, el juzgamiento de estas situaciones de violencia es prácticamente imposible y sobre la reparación, existen nudos críticos como la descalificación de los fenómenos y la victimización de los dispositivos, que dificultan la justicia para las sobrevivientes.

Según la académica: “me pareció que había mucho interés en el abordaje del tema, en un momento me preocupé porque veía caras asustadas. Yo sé que es un tema difícil y la agresión sexual es compleja de abordar y de escuchar, pero creo que se comprendió el sentido de trabajar en la materia. Habían preocupaciones importantes, ligadas al trabajo de cada una de las estudiantes, sobre cómo enfrentar a personas que han vivido situaciones de violencia sexual, cómo hacer este trabajo de contención y cuáles son las dificultades que tienen las personas que han investigado estos asuntos”.

Finalmente declaró: “me parecieron súper interesantes las preguntas que se hicieron, se logró el objetivo de mostrar que cuando uno se acerca al estudio de la violencia sexual, no necesariamente se está acercando desde una perspectiva de género. Logramos trabajar en la clase la importancia de incorporar la perspectiva de género y la particularidad de la situación de las mujeres, respecto de la violencia sexual, sobre todo la preocupación de la vigencia de ese problema hoy en día“.

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