Finaliza Diplomado Género y Violencia – Presentación Trabajo Final

Con éxito se realizó la última jornada del Diplomado Género y Violencia del primer semestre del 2017, en donde los/as estudiantes expusieron sus trabajos en grupo como actividad final de evaluación.

La instrucción era analizar y reflexionar en torno a un caso o ejemplo de Violencia de Género, desde los/as clases y autores revisados en la bibliografía del curso. Los grupos podían elegir cualquier caso -de prensa, personal, de índole nacional o internacional-, como también elegir libremente la metodología de presentación.

El primer grupo, conformado por Yanina Rodríguez, Yasna Sanhueza, Francisca Cornejo, Guiselle Ponce, María José Barrios, Nicole Garay y Juan Pablo Sotelo, optó por una performance, en donde representaron las historias de María Pía Castro (19), Nicole Saavedra (23), y Susan Sanhueza (22), mujeres jóvenes, lesbianas, de clase social y económica pobre, que vivían en un territorio rural y periférico de la quinta región, asesinadas de manera impune. Estos tres casos fueron reflexionados en torno a la interseccionalidad, la necropolítica, la violencia de los medios de comunicación y la invisibilización de los cuerpos y agencia de grupos lesbofeministas. Esta performance buscó evidenciar la violencia lesbofóbica, donde queda explícito la ineficiencia de la justicia y las nulas respuestas a estas familias que esperan saber la verdad.  Además, como referencia histórica de impunidad se encuentra el caso de Mónica Briones, mujer lesbiana asesinada en 1984, y cuyo crimen aun no tiene culpables condenados. Estas historias nos hacen ver que existe un permiso social para matar a mujeres lesbianas, consideradas cuerpos y vidas que no importan, a través de acciones concretas del Estado para que se propicie la desaparición, el asesinato y la impunidad.  

       

 

El segundo grupo, conformado por Javiera Carrasco, Luisa Escobar, Verónica Faúndez, Laura Núñez, Karla Olivares, Elizabeth Varela, y Karin Zúñiga, se tituló “Masculinidades en tensión dentro del contexto intrapenitenciario”. A partir del caso de “John”, un joven afroamericano quien sufrió de violaciones y abusos sexuales en una cárcel de Estados Unidos, el grupo reflexionó en torno a cómo interpretar la violencia, sexual entre varones, en un contexto intrapenitenciario, y si esta violencia daba cuenta del género como construcción social dicotómica, donde los hombres victimizados asumen un rol femenino dentro de ese contexto. De acuerdo a las estudiantes del grupo:

Es necesario precisar que hablar de masculinidad no hegemónicas o subordinadas no es negar que los hombres como grupo tengan el poder social, como bien plantea Michael Kaufman (1997), sino complejizar mediante la visibilización de las relaciones de poder entre este mismo grupo, dar cuenta de su heterogeneidad y los distintos factores que la constituyen. Esta discusión es relevante desde un enfoque de género, ya que es comprender que las identidades masculinas y femeninas no son dadas por naturaleza, por cierta genitalidad, sino que están en constante construcción social. En este sentido, se hace necesario no reducir las discusiones al binarismo biologicista, sino complejizar esto mediante los distintos factores sociales que actúan de forma articulada constituyendo diferentes posiciones en las sociedades jerarquizadas.

 

Luego, expusieron Andrea Orellana, Javiera Marchant, Jaime Bustamante, Laura Orrego, Lucía Zeballo, Michelle Vergara, Patricia González, y Romina Camilo, sobre la violencia de género en la pareja, el tratamiento de femicidios y violencia de género por la prensa, la legislación sobre violencia y los cruces que se pueden desarrollar entre vulnerabilidad de las mujeres en migración respecto a la violencia de género, articulado a partir de un caso en particular: el de Yuliana Acevedo, mujer colombiana de 21 años, residente en Chile, quien es asesinada y descuartizada por Edwin Vásquez, su entonces pareja, en Santiago de Chile a comienzos del 2016. El caso fue analizado desde los diferentes puntos para mostrar cómo existen factores estructurales que permiten que una mujer sea asesinada, más allá del su propio control en torno a su vida. Vemos que los mecanismos de control en la pareja, el factor migratorio, y el aparataje legal tanto de Chile como de Colombia propician la vulnerabilidad de Yuliana, mientras que los medios de comunicación, a través del sexismo, individualizan a la víctima, sin dar cuenta de los problemas estructurales detrás del femicidio.  

Yennifer Medina, Francisca Garrido, Francisca Lopez, Natalia Jofre, Sara Peker y Yasna Carrasco presentaron, por su parte, el caso de “Vicky”. Vicky tiene 36 años y participa del Programa Calle ejecutado por la Corporación Moviliza. Vicky lleva aproximadamente 10 años en situación de calle, viviando actualmente en un ruco ubicado en el punto calle San Eugenio perteneciente a la comuna de Ñuñoa, con Ángel (su pareja) y Milton (amigo de ambos). El caso fue analizado desde el marco de la violencia institucional, complementado con reflexiones en cuanto a las vidas precarias, de Judith Butler. De esta manera, el caso de Vicky conocido personalmente por algunas de las integrantes del grupo, nos permite ilustrar cómo la violencia, y en especial la violencia de género, constituye uno de los ejes centrales en el ordenamiento social, que suelen estar naturalizados, invisibilizados y banalizados, encubiertos mientras no pasen los límites culturales de lo aceptado. Vicky es sujeto de múltiples violencias y discriminaciones que pasan sin mayor cuestionamiento, dado que ella no goza de la posibilidad de auto-representación, por tanto no es calificado como sujeto que importa, como vida que importa.  De acuerdo al grupo:

La precariedad designa esa condición políticamente inducida en la que, ciertas poblaciones adolecen de falta de redes de apoyo, sociales y económicas y están diferencialmente más expuestas a los daños, la violencia y la muerte. Estas personas precarias apela al Estado en busca de protección, pero el Estado es, precisamente, aquello contra lo que necesitan protegerse. Estar protegidos contra la violencia del Estado – Nación es estar expuestos a la violencia ejercida por el Estado – Nación. El Estado como garante de derechos con el ideal de promesa de resguardar la vida de sus sujetos, promesa que se cumple siempre y cuando aquellos sujetos estén dentro de la norma que hace funcional el sistema estatal. Excluyendo a los sujetos marginales, por tanto, privándolos inmediatamente de la protección de sus vidas precarias.

Finalmente, el último grupo que presentó estuvo compuesto por Katherine Valencia, Macarena Gallardo, María José Acuña, María José Fuentes, María Paz Pino, Paula Romero y Francisca Salinas. La presentación fue titulada “Parir en negro: Violencia hacia madres haitianas en Chile”, el cual trabajó la interseccionalidad entre ser mujer, afrodescendiente y migrante, y además estar embarazada, relacionada con el sistema de salud pública. De acuerdo al grupo: “La importancia del análisis (…) radica entonces en la necesidad de poner de manifiesto el cruce de distintas formas de exclusión, segregación y vulneración, enmarcadas desde la lógica de la dominación imperante. Mujeres y niños que ven vulnerados sus derechos, siendo violentados, argumentando dificultades comunicacionales y diferencias culturales, cuando lo que en realidad se esconde, es la ausencia de voluntad política y social, por hacer de la inmigración, un espacio de encuentro intercultural.” Finalizan la presentación con la recitación del siguiente manifiesto de la organización Cría Iguales:

 

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